La producción de litio en Argentina ha registrado un notable crecimiento en los últimos años, impulsada por la expansión de operaciones en salares clave como Olaroz, Hombre Muerto y por la puesta en marcha de nuevos proyectos en Cauchari-Olaroz y Centenario-Ratones.
Este impulso ha posicionado al país como un actor cada vez más relevante en el mercado global del litio. De cara a 2025, Argentina proyecta alcanzar una producción de 130.000 toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE), lo que representa un 75% de aumento en comparación con los niveles estimados para 2024. Este crecimiento estará apalancado por el inicio de operaciones de Eramine, así como por la expansión de proyectos ya en marcha en las provincias de Catamarca y Jujuy. Además, se suman nuevas plantas de cloruro de litio desarrolladas por POSCO y Ganfeng en Salta.
Actualmente, el país cuenta con seis operaciones activas y se espera que la producción continúe en ascenso. Entre los próximos hitos se destacan el lanzamiento de la primera etapa del proyecto de Rio Tinto en el Salar de Rincón, el inicio de la Fase 2 del Proyecto Fénix en el Salar del Hombre Muerto, y los avances de Ganfeng–Lithium Argentina en Pastos Grandes.
Si bien existen varios desarrollos en etapa de factibilidad, los plazos de ejecución se han ajustado a un nuevo contexto de precios más moderados, con un valor de referencia para el LCE que oscila entre los 10.000 y 15.000 dólares por tonelada.
Gracias al ciclo de precios elevados de los últimos años, Argentina logró consolidarse entre los cinco principales productores de litio a nivel mundial, y todo indica que su protagonismo continuará creciendo en el corto y mediano plazo.