LITIO ARGENTINO, EL DESAFIO DE TENER LOS INSUMOS QUÍMICOS

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La dirigencia política argentina dice que “El litio ya no es la energía del futuro, es la energía del presente”, y nuestro país cuenta con alrededor de 19 millones de toneladas de reservas de este mineral.

En paralelo, las empresas están invirtiendo lo necesario para lograr una capacidad de producción de 200 kpta para el 2025.

La soda ash y el ácido clorhídrico (HCl) son insumos claves para poder producir carbonato de litio (LiCa); pero la soda es importada, y la producción local del ácido se encamina hacia niveles insuficientes. Esto ha comenzado a disparar alarmas en los productores locales y aquellos proyectos prontos a entrar en operación.

El carbonato de sodio importado suma la complicación de no disponer de una infraestructura logística adecuada para poder transportar esta materia prima hasta la Puna.

El ácido clorhídrico seguirá el mismo camino a medida que los nuevos proyectos migren a tecnologías con evaporación forzada, permitiendo una reducción drástica en la demanda de agua industrial.

TOMAR DIMENSIÓN DEL DESAFÍO

Para poder transformar estas reservas en LiCa se necesitará abastecer las Plantas industriales con 400 ktpa de soda ash y 200 ktpa de HCl, además de poder transportarlo hasta el Noroeste Argentino (NOA) y luego subirlos a los salares, ubicados a unos 4000 metros sobre el nivel del mar.

Esto representa unos 20.000 viajes que los camiones deberán recorrer para unir los aproximadamente 1200 km que separan el NOA de los puertos. Además, 60 camiones diarios deberán subir hasta la Puna circulando por las escasas rutas en la altura, tarea esta última que suma dificultad en época invernal.

En la actualidad, los principales proveedores para la Argentina de soda ash son Estados Unidos y China, los dos mayores productores de este insumo a nivel mundial. La industria del litio importa 25.000 ton anuales de soda ash, cantidad que se duplicará para el 2024 con los proyectos industriales a ponerse en marcha durante el corriente año.

Es imprescindible que los gobiernos de las tres provincias productoras y el nacional definan conjuntamente planes de infraestructura y financiamiento que hagan viable este desafío logístico, con el tiempo, forma y seguridad que requiere un negocio de exportación de una materia prima clave como ha comenzado a ser el litio.

UNA GRAN OPORTUNIDAD

La soda ash “calidad litio” se importa en su totalidad. Si bien ALPAT produce localmente soda ash, puede abastecer la industria local desde su planta en San Antonio Oeste, pero no se utiliza en la producción de litio por un tema de calidad.

El HCl es provisto actualmente con producción local pero debería duplicar su capacidad para poder abastecer el mercado futuro del Litio, además de resolver la ineficiencia que representa tener las producción a mas de 1000 km de los puntos de consumo.

El NOA se va transformando paulatinamente en un gran generador de energía renovable solar. Además, se ha logrado financiamiento del BID para hacer llegar el gas de Vaca Muerta al NOA. Estos dos desarrollos podrían viabilizar la energía suficiente para la instalación de industrias químicas de escala en esa región.

En lo que se refiere a divisas, siempre escasas, la importación de insumos al 2025 requerirá entre US$ 200 y US$ 300 millones, sin considerar que estos insumos posiblemente aumenten su precio debido a la demanda.

Esta situación estratégica, demanda, energía y generación de divisas representan una gran oportunidad para el desarrollo de una industria química en el NOA y la infraestructura pública adecuada para acompañar esta inversión privada.

El tiempo dirá si con esta enorme oportunidad al alcance de la mano, los argentinos por fin logramos poner el carro detrás del caballo.