Vista aérea de un proyecto de extracción de litio en el Salar del Hombre Muerto, con piletas de evaporación de color turquesa y una planta industrial en el desierto, rodeada de montañas y salares.

Río Tinto presenta proyecto Sal de Vida al RIGI

750 500 movere

Río Tinto anunció su tercer proyecto en Argentina. La minera busca alcanzar una capacidad de producción de 200.000 toneladas anuales de carbonato de litio equivalente (LCE) hacia finales de esta década, alineándose con la creciente demanda global vinculada a la transición energética.

El nuevo proyecto, denominado Sal de Vida, fue presentado al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) con un plan de inversión de US$ 638 millones. Esta iniciativa refuerza su presencia en el Salar del Hombre Muerto, considerado uno de los dos mejores yacimientos de litio en Argentina por su alta concentración y calidad de salmuera.

La decisión se da en el marco de la reciente adquisición de Arcadium Lithium, operación en la que Río Tinto desembolsó US$ 6.700 millones. Este movimiento del mercado ya anticipaba un salto de escala en sus operaciones regionales, que ahora se materializa con este nuevo paso en su hoja de ruta. Durante una visita reciente al país, el CEO de Río Tinto, Jakob Stausholm, remarcó que “Argentina es un destino estratégico” dentro del desarrollo del Triángulo del Litio, la región que comparte el país junto con Bolivia y Chile.

Río Tinto proyecta que su producción represente aproximadamente el 10% de la oferta mundial de litio para 2030, en un contexto donde la electrificación del transporte y el almacenamiento de energía renovable impulsan la demanda a niveles históricos.

El proyecto Sal de Vida ya había comenzado a desarrollarse hacia finales de la década pasada, aunque su avance fue frenado por la caída abrupta de los precios internacionales del litio y por el proceso de fusiones que dio origen a Arcadium Lithium. A pesar del freno, gran parte de la infraestructura quedó instalada, incluyendo piletas de evaporación y obras civiles industriales.

El nuevo anuncio indica no solo una reactivación del proyecto, sino una ampliación en escala y una modernización tecnológica del diseño original. El plan inicial contemplaba una producción anual de 15.000 toneladas mediante procesos tradicionales. La magnitud de la inversión actual sugiere la incorporación de tecnologías más eficientes y sustentables, posiblemente orientadas a optimizar el rendimiento, reducir la huella hídrica y acortar los ciclos de producción.

Este avance marca otro hito en el crecimiento del sector del litio en Argentina, donde la innovación tecnológica, la escala industrial y la geopolítica energética se entrelazan para definir el futuro de la transición energética a nivel global.