La idea original de YPF de construir una planta de GNL en Sierra Grande, Río Negro, ha sido reemplazada por un plan más flexible: la incorporación paulatina de seis buques de licuefacción.
Según informó la petrolera, “el objetivo final sigue siendo el mismo: lograr que la Argentina exporte 30 millones de toneladas por año (MTPA), equivalentes a 140 millones de metros cúbicos diarios (m³/d) de gas natural para 2030. Esto significaría duplicar la producción actual de gas y aumentar las exportaciones argentinas en unos US$15.000 millones en los próximos cinco años”.
Ventajas del nuevo esquema
La adquisición de buques de GNL ofrece varias ventajas frente a la construcción de una planta terrestre. Por un lado, otorga mayor flexibilidad para el desarrollo del proyecto, permitiendo escalonarlo por etapas tanto en infraestructura como en producción. Además —y no menos importante—, resulta mucho más viable de financiar: levantar una planta en tierra requeriría una inversión mínima de US$3.000 millones, una suma de difícil ejecución en el contexto actual de riesgo país elevado y el retiro de Petronas como socio estratégico.
En YPF se impuso la premisa de que “el mejor proyecto no es necesariamente el propio, sino el que efectivamente puede concretarse”. Así, la compañía supo adaptarse a tiempo.
La construcción de barcos es más competitiva y económica, presenta plazos de entrega más cortos y permite ejecutarse bajo contratos llave en mano (lump sum) al ser realizada en el exterior, un esquema complicado de implementar hoy en el mercado argentino. Además, señalaron desde YPF, “esto es importante porque brinda mayor precisión en las entregas a los offtakers [clientes]”.
Avances concretos
El proyecto más avanzado es liderado por Pan American Energy (PAE) en asociación con la noruega Golar LNG, propietaria de los buques. Está confirmada la puesta en producción comercial de un primer buque, el Hilli Episeyo, para principios de 2027. Este primer buque tendrá una capacidad de licuefacción de 2,5 MTPA de GNL, equivalente a unos 12 millones de m³/d de gas.
Para operarlo, se constituyó la nueva compañía Southern Energy, integrada por:
- PAE (40%)
- Pampa Energía (20%)
- YPF (15%)
- Harbour Energy (15%)
- Golar LNG (10%)
En paralelo, Golar está construyendo otro buque similar, con capacidad de 3,5 MTPA, que podría estar disponible hacia 2028. De concretarse, la capacidad total de exportación se ampliaría a unos 27 millones de m³/d en los próximos tres años.
Infraestructura y perspectivas
El desarrollo de esta estrategia implica no solo la construcción de buques, sino también la ampliación de la infraestructura portuaria, la capacidad de transporte y el incremento de la producción en Vaca Muerta. Estas inversiones están contempladas en el acuerdo firmado, junto con las obras de Punta Colorada para la exportación de crudo, lo que abre un horizonte prometedor para el norte patagónico y las empresas de construcción nacionales.
Además, YPF planea construir de manera escalonada cuatro buques adicionales en China: dos en sociedad con la italiana Eni y otros dos junto a la angloholandesa Shell.
En total, el proyecto demandaría una inversión estimada en US$22.000 millones, incluyendo plantas de tratamiento y demás infraestructura asociada, distribuidas en el tiempo y con la flexibilidad necesaria para adaptarse a las condiciones del mercado.
De avanzar ambos proyectos, será necesario construir tres nuevos gasoductos de características similares al Gasoducto Presidente Perón (ex NK), de 36 pulgadas y 600 kilómetros de extensión, cuya construcción demandó una inversión de US$2.700 millones. La nueva estrategia permitirá también escalonar estas obras en tres etapas.